COMO UNA AMAPOLA EN MEDIO DEL TRIGAL

Nuestra vida va pasando día a día, sobrellevando esos baches que muchas veces son difíciles de esquivar, y nunca dejamos de luchar, y vivimos siempre con la esperanza de que vendrán tiempos mejores y todo volverá a fluir.

Muchas veces despertamos por la mañana y deseamos de todo corazón que esos sueños que siempre hemos deseado se hagan realidad, y como humanos que somos a veces cuesta de aceptar que será el Universo quien decida cuando sucederá.

Por eso muchas veces nos sentimos como esa amapola en medio de un trigal, rodeados siempre de todas esas cosas que muchas veces quisiéramos prescindir pero no podemos porque forman parte de nuestro caminar, es como un grito de nuestra alma silenciosa hacia ese Universo que siempre sabe lo que nos conviene, pero que a nosotros se nos hace difícil de poder aceptar.

Aunque nos cueste, confiemos en Él porque seguro que llegará ese día en que un Ángel sin alas llegará a nosotros y hará que nuestra vida sea mucho más bonita de lo que podemos imaginar.

Deportista