NUESTRA MOCHILA................

Todos los días vemos a nuestro alrededor, montones de personas que llevan a sus espaldas esas mochilas, bien cargadas de libros para ir al la Escuela, bien con equipo para practicar deporte, bien con cosas personales, etc.

Pero cuantas veces llevamos a nuestras espaldas esa mochila que aunque invisible para los demás, el peso que lleva lo vamos notando en nuestras espaldas.

Hay días en que el peso se hace tan insoportable, que desearíamos con todas nuestras fuerzas poder desprendernos de ella,  al igual que si esa mochila fuera física y con un simple gesto la pudiéramos dejar en un rincón y olvidarnos de ella.

Pero no es así, esa mochila nos la ponemos en cuanto nos levantamos, la llevamos con nosotros durante todo el día, y a veces aunque llegue la noche y la queremos dejar a un lado, sigue con nosotros.

¿Pero como podríamos aliviar ese peso, del cual somos esclavos?.

Pues bien yo os voy a relatar lo que yo haria, puesto que yo no soy quien para dar consejos.

Levantémonos por la mañana, abramos esa mochila, investiguemos lo que llevamos dentro, y estoy segura de que habrán un montón de cosas de las cuales nos podremos desprender.

Por ejemplo ese rencor que tenemos a alguna persona porque nos ha hecho daño, esa envidia, ese pensamiento negativo hacia alguien, ese miedo a perder a un amigo muy querido, esa inseguridad, ese que dirán de nosotros, etc. etc.

Cierto es que los problemas como pueden ser el paro, la crisis, o la economía, seguirán dentro de nuestra mochila, pero algo habremos hecho para que su peso sea más soportable.

Por eso yo hoy desde aquí, os digo, cuando ya hayamos vaciado nuestra mochila de todas esas cosas que tanto daño nos hacen y que muchas pueden ser infundadas, llenémosla de todo eso que no pesa, como puede ser, sentirse feliz de tener un nuevo día para vivir, disfrutar de esa amistad que tanto te llena, de esa conversación con esa persona que hace que tu alma se enriquezca, de ese sol que cada día nos alumbra, en definitiva de todas esas cosas buenas de la vida, que muchas de ellas dejamos que pasen sin darles la importancia que tienen y cuando nos queremos dar cuenta, ya es demasiado tarde.

Deportista